El futuro influye en el pasado; la efectividad de las vacunas contra el cáncer, y mucho más
Hoy en 'Mañanas de Oro', con Freddy Morales, de 9 a.m. a 12 p.m., nos comentó varias noticias curiosas que te contamos a continuación:
El futuro podría estar influyendo en el pasado: un equipo de científicos de la Universidad Chapman (EE.UU.) y del Instituto Perimeter de Física Teórica (Canadá), aporta una nueva teoría para el argumento de que si ciertos supuestos razonables se cumplen, entonces la teoría cuántica debería ser retrocausal (donde el futuro influye en el pasado). Uno de los aspectos más extraños de la mecánica cuántica podría explicarse por una idea también atípica: que la 'causación' puede ir tanto hacia atrás como hacia adelante en el tiempo, permitiendo que un efecto preceda a su causa. (Por ejemplo, tener dolor de estómago hoy por la mala comida de mañana). Los físicos Matthew S. Leifer y Matthew F. Pusey examinaron al detalle algunos supuestos básicos de la teoría cuántica y decidieron que a menos que descubriéramos que el tiempo se movía necesariamente de una forma, las mediciones hechas a una partícula podían reflejarse tanto en el pasado como en el futuro.
Comprueban la efectividad de las vacunas contra el cáncer: Dos recientes ensayos clínicos han logrado evitar la reaparición y frenar el avance de tumores en personas con cáncer que presentan mutaciones determinadas, a través de vacunas diseñadas para adaptarse a esas mutaciones. Las vacunas contra el cáncer personalizadas ya habían demostrado provocar respuestas inmunes en los seres humanos, pero ambos estudios son los primeros en evaluar que estas respuestas inmunes pueden combatir con éxito los tumores. Además, sugieren nuevas formas de tratamiento del cáncer dirigidos al sistema inmunológico, combinado con la inmunoterapia.
Nuestra cara revela si somos ricos o pobres: Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) ha concluido que cualquier persona puede decir con certeza si alguien es rico o pobre que la media simplemente mirándole a la cara. Con una salvedad: la capacidad de leer el estatus social y económico de una persona solo se aplica a las caras neutrales -sin ninguna expresión concreta-, no a cuando sonreímos o expresamos alguna emoción. Según el estudio, que recoge la revista Journal of Personality and Social Psychology, las personas solemos usar esas impresiones de forma sesgada, como, por ejemplo, pensar que una persona con una cara que nos sugiere más riqueza tiene más probabilidades de ser contratada para un trabajo que otra que nos evoca pobreza.
-> ESCUCHA LA MEJOR MÚSICA DEL RECUERDO EN INGLÉS, LAS 24 HORAS, AQUÍ